Los efectos devastadores de la invasión de Rusia en Ucrania durante 2022 han puesto fin a la recuperación económica iniciada tras el paro provocado de la COVID-19. Una situación que ha evidenciado la excesiva fragilidad de los sistemas energéticos y alimenticios en muchos países. Estos efectos no sólo se suman a la debilidad mostrada por los sistemas sanitarios y las cadenas de valor globales durante la pandemia, sino a los cambios que está comportando la emergencia climática.
Todas estas disrupciones están provocando cambios sistémicos, especialmente en las relaciones entre estados, produciendo un lento desacoplamiento entre Estados Unidos y China. Algo que aboca al mundo a un nuevo orden internacional más polarizado, que hace peligrar la interdependencia tecnológica y digital, con países que buscan más autonomía y con el auge proteccionista mutando hacia la weaponización.
Estos cambios tienen un gran impacto para las empresas que se encuentran ante un 2023 lleno de amenazas que tendrán que afrontar. Con el objetivo de definirlas, ACCIÓ ha elaborado el informe Análisis de riesgos y tendencias globales 2023, un documento que identifica con detalle los siete grandes riesgos globales y el efecto específico que pueden tener sobre la competitividad de las empresas catalanas:
- Las tensiones geopolíticas: hacia un nuevo orden internacional más polarizado.
- Las cadenas de valor global: hacia la regionalización y la resiliencia.
- La emergencia climática): hacia el punto de no retorno.
- El choque energético: hacia la diversificación energética y la greenflation.
- La inseguridad alimentaria): hacia un creciente reto global.
- La geotecnología: hacia el decoupling digital y la pérdida de competitividad en Europa.
- La economía global: hacia la estaflación y la crisis de deuda.
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