La ciberseguridad es un sector que cobra cada vez más protagonismo. Los ciberataques son cada vez más frecuentes y sofisticados y pueden tener un impacto significativo en el negocio.
A día de hoy, las pymes siguen sin considerarse objetivo potencial de ciberataques, pese a la creciente concienciación. Esta idea es errónea, puesto que las pequeñas y medianas empresas se encuentran entre las más afectadas, siendo un blanco fácil para los ciberdelincuentes, por no contar con infraestructura y herramientas de seguridad.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha publicado el "Decálogo de ciberseguridad: mejora el nivel de protección de tu empresa", una guía con diez recomendaciones para que autónomos y pymes mejoren la protección de los ordenadores o teléfonos móviles de sus negocios.
- Análisis de riesgos. Antes de implementar cualquier medida de ciberseguridad, es fundamental realizar un análisis de riesgos. Es importante identificar amenazas a las que se está expuesta y proponer medidas para mitigar sus efectos. Para hacer este análisis, INCIBE dispone de una herramienta de autodiagnóstico para evaluar el estado de ciberseguridad de la empresa y fortalecer los aspectos que necesiten mejora.
- Plan director de seguridad. Una vez que se han identificado los riesgos, es necesario elaborar un plan director de seguridad. Este plan debe definir los objetivos de seguridad de la empresa, los recursos necesarios para alcanzarlos y los responsables de su ejecución.
- Control de acceso a la información. Esta medida es fundamental para proteger los sistemas y datos de la empresa. El control de acceso debe definir quién tiene acceso a qué información y cómo se controla este acceso.
- Copias de seguridad. La realización de copias de seguridad es esencial para recuperar la información y sistemas en caso de incidentes. Realizarlas con periodicidad, hacer pruebas de restauración y valorar la posibilidad de cifrar la información almacenada son algunos de los criterios que se deben seguir.
- Herramientas de protección. Se deben instalar herramientas de protección, como antivirus y antimalware, en todos los dispositivos y soluciones corporativas. La efectividad de estas herramientas radica en mantenerlas actualizadas frente a las amenazas emergentes.
- Actualizaciones. Para asegurar la ciberseguridad de la pyme, todas las aplicaciones y sistemas deben estar al día en actualizaciones. Son primordiales para cerrar brechas y vulnerabilidades que los ciberdelincuentes podrían aprovechar. Evita ser una presa fácil.
- Segurizar las comunicaciones. Reforzar la seguridad de las telecomunicaciones es crucial. Esto significa utilizar protocolos de seguridad adecuados, monitorizar las actividades realizadas en red, utilización de VPN, etc.
- Proteger la información. Para la transcendencia del negocio, la información sensible y confidencial que manejamos debe de estar protegida tanto en tránsito como cuando esté almacenada. Utilizar herramientas criptográficas evitará que los datos sean accesibles para terceros no autorizados. Además, se debe eliminar de manera segura la física, a través de empresas certificadas o destructoras, y la digital, mediante un borrado seguro, cerciorándonos de que no se permita su recuperación de modo alguno.
- Plan de continuidad de negocio. En caso de sufrir un incidente de seguridad, es importante tener un plan de contingencia para poder responder de forma rápida y eficaz. Este plan debe definir los pasos a seguir para dar una respuesta planificada ante cualquier suceso para minimizar su impacto y restaurar la actividad normal de la empresa lo antes posible.
- Formación. La concienciación es clave. La seguridad de la empresa depende del compromiso y conocimiento de todos. Por este motivo, formar y sensibilizar a los empleados para que tengan buenas prácticas; reconozcan amenazas, como correos maliciosos, y utilicen contraseñas robustas, es fundamental.
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