De las industrias culturales, la música es una de las más importantes en términos innovadores, tecnológicos y económicos. De hecho, si únicamente nos centramos en la industria musical discográfica, ésta genera más de 26.000 millones de dólares a escala mundial y ha vivido un crecimiento anual del 10% desde 2015. Se trata de una industria, pues, que ha evolucionado hacia nuevos modelos de ingresos a través del streaming, que ya representa más del 65% del total de ingresos de la música grabada.

En Cataluña, la industria de la música está formada por 379 empresas que generan una facturación de 854 millones de euros y emplean a más de 4.000 personas. Todo ello son datos del informe Las industrias musicales en Cataluña, elaborado por ACCIÓ, la agencia para la Competitividad de la Empresa,  con la colaboración de Barcelona Music Lab. Una industria empujada por la creación musical de artistas reconocidos, centros de formación, tecnología y la organización de conciertos y festivales.

El estudio, el primero que radiografía el sector, divide a la industria en tres grandes segmentos: la música en vivo, la música grabada y la música para el ámbito corporativo. Sin embargo, el documento también destaca tendencias y oportunidades de negocio que presenta. Es el caso de nuevas soluciones para el crecimiento de canciones en las plataformas, nuevas líneas de negocio o soluciones para monitorizar los intereses de los públicos en eventos.

La potencia de la música en vivo

Más de la mitad de las empresas catalanas de la industria musical se dedican principalmente a la música en vivo y facturan el 82% del total. Se trata del segmento más relevante en el que encontramos empresas que dan soluciones y soporte para la realización de conciertos o festivales, promotoras, salas de conciertos y espacios musicales o servicios de ticketing.

De hecho, el informe subraya que Cataluña y Barcelona se han consolidado como una de las ubicaciones privilegiadas para la celebración de festivales de música en vivo de primer nivel como son el Primavera Sound, el Sònar o el Cruïlla, entre otros.

Por su parte, la música grabada, formada por discográficas, empresas distribuidoras o salas de grabación, entre otras, representa el 27% de las compañías y facturan el 10% del total. Por último, las empresas que ofrecen soluciones musicales para el ámbito corporativo representan el 9% del total.

Tecnología musical ‘made in’ Cataluña

La industria de la música en Cataluña no sólo son festivales o canciones en streaming, sino que la music tech empieza a tener un papel relevante y estratégico. El documento destaca que hay más de 50 empresas catalanas que trabajan con tecnología propia para la música. Es el caso de BMAT, que desarrolla soluciones basadas en inteligencia artificial para la monitorización de la música; o SonoSuite, que ha creado una plataforma para la distribución de contenidos.

A nivel de conocimiento e investigación, el estudio pone en valor el trabajo de centros y grupos de investigación universitarios como uno de los precursores por la aparición de startups. Es el caso del Music Technology Group de la Universidad Pompeu Fabra o de centros como Eurecat, el Centro de visión por Computación (CVC) o el Research Group on Media Technologies de la Salle, entre otros.

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