Sin una gestión propia de los recursos económicos generados en Cataluña no es posible asegurar en el futuro el bienestar de sus ciudadanos y la competitividad de su economía. Ésta es la principal conclusión que se extrae de un MANIFIESTO, al que se han adherido amec, Cecot, FemCAT, la Comisión Económico-fiscal de PIMEC y las Cámaras de Comercio de Barcelona, Girona y Sabadell, a partir de un informe elaborado por el Colectivo Economistas por el Bienestar.
Durante el acto de presentación se ha recordado que las recientes huelgas en sanidad y educación –que representan un elevado porcentaje del presupuesto público– apuntan a un Gobierno catalán que no dispone de más recursos por la infrafinanciación y que, gobierne quien gobierne, las reivindicaciones sociales tienen un recorrido muy corto para ser atendidas con los recursos actuales. El enorme incremento de la población en Cataluña en los últimos 30 años (26% de incremento cuando Europa crecía al 4%) y las últimas crisis económicas y sanitarias han tensado más el sistema y lo han llevado a unos límites que piden una acción contundente.
Pese a que Catalunya se comporta con fortaleza y con un peso cada vez mayor de las exportaciones, la mala financiación de la Generalitat –y el enorme déficit fiscal– hace que la economía vaya perdiendo peso en todos los indicadores de bienestar y vea cómo su PIB per cápita también se estanca en relación con otras regiones del Estado o de Europa.
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